Buen vino, buenas viandas, tertulias, noches cortas, noches que se alargan, buenos amigos, amigas más, amigas menos... El mundo está lleno de Simekieros pero ellos no lo saben. Aquí va mi pequeño homenaje para ellos..
El Simekiero es bueno para la fiesta, pero también para sufrir en rutas de montaña... Estas rutas son necesarias porque ayudan al Simekiero a encontrarse a sí mismo, a reflexionar, a realizar ejercicios casi acrobáticos de meditación profunda....